Texto de Jesús Marchal
Los que vivimos en una silla de ruedas estamos acostumbrados a que nos llamen de diferentes formas. Esta es una reflexión acerca de los nombres que nos han puesto a lo largo de la historia, su significado y si eso me afecta en mi vida personal.
. Así en la época de Jesús éramos paralíticos, y en el nombre predominaba lo más llamativo al vernos y era que teníamos el cuerpo paralizado. Bajábamos en camilla por los tejados y salíamos poco de casa. Tullido y sus sinónimos baldado, impedido o imposibilitado son términos que han estado en relación con los conflictos bélicos y designan a las personas que han perdido su movilidad en alguno de los miembros. El nombre heroico por excelencia ha sido el de inválido y lo digo porque después de las guerras ellos han sido personas importantes ya que habían dado su salud por la patria..
Aunque creo que la palabra más popular para definir nuestro colectivo es la de minusválidos (junto con el logotipo de fondo azul en el que se dibuja una persona sentada en silla de ruedas). Si se analiza detenidamente la palabra quiere decir menos válido y yo quiero preguntar que menos válido para que. Le sustituyó la palabra discapacitado que sigue siendo el término oficial que predomina.. Por último hoy en día se nos llama de forma más amable personas con movilidad reducida.
En cualquier caso la palabra más festiva sin duda alguna es la del cojo y esto lo describía con gracia un portero de una serie famosa de vecinos cuando le decía a un inquilino que tenía que bajar al portal porque había dejado la moto en el lugar reservado para minusválidos y como tardara mucho llamaban a la grúa: "es que el cojo tiene una mala leche...". También le pasa cuando alguien obstruye el paso en la acera, y es que dicen que es propio de los que vamos sobre cuatro ruedas..
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